lunes, 14 de noviembre de 2011

Risotto Di Pomodori Naturali Con Porro

Para variar un poco el estilo de las entradas de este blog procederé a contaros...

(redoble de tambores)

¡CÓMO HE HECHO LA CENA!

¡Si! ¡Yo he hecho la cena! Que aunque Manolo sea el que más tiempo pasa en la cocina, a mi también me gusta, y creo que no se me da mal... :P Os cuento, pues.

Llevaba rondándome un tiempo por la cabeza la idea de preparar risotto (ya que estamos en Italia, no vamos a alimentarnos únicamente de pasta...) y aprovechando que hoy lunes tocaba hacer la compra del mes, que hacía ya un tiempo que no comíamos arroz, y que además teníamos un par de paquetes sin abrir, decidí que era el momento. Así que ayer domingo por la noche me puse manos a la obra, a buscar recetas de risotto en google, y sin trastear mucho (fue el primer resultado de la búsqueda) encontré esta página: Gastronomía y Cía.

Cuál no sería mi sorpresa cuando encuentro no una, ni dos...¡sino 12 recetas distintas para preparar risotto! Y cada una que leía me apetecía más que la anterior. Pero, por exigencias del guión (recordad que vivimos en un piso de estudiantes) tuve que ir descartando una tras otra, hasta quedarme con aquella que, dadas las condiciones que me rodean, tenía una preparación más factible. Aún así, me vi obligado a hacer algún que otro cambio sobre la receta original (Risotto De Berenjenas Y Tomate Natural) cosa que al final tampoco importó mucho, porque, a mi juicio, ¡quedó rico rico!

A lo que vamos, sobre todo por si alguien está interesado en saber cómo lo hice e intentarlo en su casa, bajo su propia responsabilidad. Yo he decidido llamarlo Risotto Di Pomodori Naturali Con Porro (no seáis malpensados, ¡porro es puerro!).

- Ingredientes (para dejar a 3 personas baldadas y con ganas de irse a la cama):
  • 1 vaso de cubata, pero con arroz, es decir, unos 300 g (sí, esta vez nada de alcohol)
  • 1 puerro
  • 1/2 cebolla
  • 2 tomates (o 1 si es muy hermoso)
  • 5 ó 6 dientes de ajo (también depende de lo hermosos que sean)
  • 200 ml de vino rosado (¿en serio os habíais creído lo de "nada de alcohol"? Inocentes...)
  • 700 ml de caldo de carne
  • 150 g de queso rallado
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta negra
  • 1 vaso de cubata (de vodka con zumo en mi caso) para el cocinero (imprescindible)
  • Música de fondo para cantar mientras cocinas
- Preparación:

Primero de todo, y lo más importante, cogeremos un reproductor de música (a elección del cocinero) prepararemos una lista de reproducción con nuestras canciones favoritas y le daremos al "play".

Después de esto, pelamos y cortamos el puerro (de ahora en adelante porro) en trozos pequeñitos. Después, hacemos lo mismo con la cebolla y los dientes de ajo. Echamos un chorrete de aceite de oliva en la cazuela donde tengamos pensado preparar el risotto, y cuando se haya calentado un poquito el aceite, echamos el porro y la cebolla, y los pochamos (a fuego lento). Mientras tanto, y para ahorrar tiempo, pelamos los tomates y los cortamos en trozos pequeños, ya que (al contrario que en la receta original) yo he buscado que el tomate quede camuflado entre el arroz. No olvidemos remover de vez en cuando (¡que no queremos que se peguen las cosas a la cazuela!). Cuando el porro y la cebolla estén a medio pochar, nos ponemos un cubata (a nuestra elección), y acto seguido, echamos los dientes de ajo. Seguimos removiendo de vez en cuando, hasta que se doren un poquito, y en ese momento, echamos el tomate a la cazuela. Los machacamos un poco con lo que estemos usando para remover, para que no sean independientes del resto de ingredientes. Echamos pimienta negra y sal al gusto, removemos, damos un par de tragos al cubata, y en un par de minutos echamos el arroz.

Removemos para que no se pegue, y cuando esté un pelín tostado, echamos el vino a la cazuela, y removemos hasta que el arroz haya absorbido el vino. Mientras el arroz absorbe el vino, metemos un vaso de caldo en el microondas durante 1 minuto, y absorbemos nosotros otro trago del cubata. Cuando el arroz se haya bebido el vino, echamos el caldo (¡caliente!) y removemos. Esperamos a que el caldo se absorba, y repetimos la operación anterior (sí, el trago al cubata también).

Finalmente, llegará un momento en que, o hemos llegado al último vaso de caldo, o al último trago del cubata. Lo mejor es que las dos cosas ocurran al mismo tiempo (aunque tampoco pasa nada si nos hemos tomado más de un cubata). Y ahora viene lo importante: justo después de echar el último vaso de caldo al arroz, echamos el queso rallado, y removemos, hasta que quede la textura característica del risotto, espesote, pero sin pasarse. Si queréis, en este punto podéis volver a echar pimienta y sal (yo lo he hecho) aunque tampoco es totalmente necesario.

¡Y ya tenemos el risotto preparado! Si queréis presentarlo "carinamente" que dicen por aquí, podéis poner un par de hojitas de perejil (a lo Arguiñano), o incluso, si no habéis tirado las hojas del porro, podéis lavarlas y colocarlas por el plato a modo de adorno. Pero esto ya sí que es totalmente opcional (¡aunque le da mucho mejor aspecto!).

Espero no haberos aburrido, y si os da por hacerlo en vuestras casas, ¡comentadme qué os ha parecido!

Un saludo, y os prometo que la próxima vez volveré a despotricar contra el mundo :D

PD: Por si a alguien le surgen dudas sobre qué es un porro, aquí tenéis una foto del susodicho

jueves, 3 de noviembre de 2011

Como aguantar 32 horas despierto y sobrevivir en el intento (o ver "Elfen Lied" de principio a fin en vez de dormir)

Ayer miércoles desperté aproximadamente a la 1 del mediodía. No pude ir a clase porque los buses me dejarían demasiado tarde en la facultad (si si, ya sé que soy un vago de mierda), así que decidí que no estaría mal echar algo de ropa a la lavadora, ya que yo era el único que estaba en casa (Reme y Manolo se habían ido a clase y no llegarían hasta las 6, aproximadamente). Mientras la ropa se lavaba, hice la lista de la compra, ya que el frigorífico estaba desierto (al contrario que el congelador). Así que entre pitos y flautas, me dieron las 5 de la tarde, después de haber puesto dos señoras lavadoras (y dejar los cestos de la ropa vacíos), y me dispuse a ir al supermercado con nuestro carrito naranja, con la esperanza de encontrar alguna oferta apetecible, algo que no llegó a darse (ni siquiera de esas que sólo yo puedo encontrar, y que se acaban en cuanto salgo del super).

Cuando llegué a casa aún no había nadie (ya rondaban las 6 de la tarde), pero a los 10 minutos llegó Manolo, y un rato después, Reme. Terminé de ver el último capítulo de Bleach que tenía pendiente, mientras que Reme, incansable, leía twits y twiteaba, al tiempo que se reía con algún que otro cartel de Cuanta Razón, o algún comentario en ADV. Sobre las 7 de la tarde Reme y yo quedamos con algunas amigas españolas que también están de erasmus aquí, para ir al cine gratis. ¡Sí, gratis! Pero era perfectamente comprensible que semejante...¿cómo definirlo?...¿pestiño? ¿bodrio? ¿italocubanada? Bah, no sé qué cojones decir. Cine independiente al fin y al cabo... Fuese gratis. Una peli-mental sobre poetas improvisadores en La Habana que se montaban una paranoia sobre unos Romeo y Julieta cubanos. Un truño elegante, sí señor. Aunque creo que he visto pelis peores, pero no las recuerdo ahora mismo. Con semejante pastelote encima llegué a casa con Reme a eso de las 9 y media, con unas poquitas ganas de salir a tomar algo, que se me quitaron en cuanto me senté en el sofá con el ordenador en las rodillas, y Manolo picándome para que me bajara una serie a lo Beavis & Butthead, pero de la última década: Metalocalypsis. Y entre me bajaba la primera temporada (20 capítulos de 10 minutos cada uno) y veíamos el último capítulo de HIMYM, me dieron las 11.30. Tiempo justo para ver los 3 capítulos de Metalocalypsis que había dado tiempo a descargar e irme a la piltra. Dejo el link al piloto de la serie para que los pocos que leen esto se partan un poco el ojarascal con cinco putos jevis del infierno:

http://tu.tv/videos/metalocalypse-1x01-in-spanish- (la calidad no es muy buena, pero manda huevos, que ha sido el único link online que he encontrado...)

A las 12.30 me recluí en la habitación, con la intención de dormir, ya que tenía que levantarme pronto (7 am) para ir a clase (cuasiobligatoria). Pero no sé en qué momento, decidí echar un vistazo a una serie de anime que me había recomendado Manolo (a quien se lo agradezco) y de la cual sólo había visto los 5 primeros minutos (aquí dejo el capítulo 1 para deleite del espectador con estómago suficiente para aguantar esos cinco primeros minutos (Topo, esto va por tí, no desistas cuando la sangre te salpique desde la pantalla del ordenador, porque estoy seguro de que al final te va a gustar)).

 

Capítulo 1 - 1/2


Capítulo 1 - 2/2

Y como por arte de magia, me dieron las 6.30 de la mañana. Si. Las 6.30 de la mañana (teniendo que salir de casa a las 7.30...). 13 capítulos de 20 minutos cada uno, casi 6 horas de anime ininterrumpido. Y casi sin quererlo, sin haberlo buscado, se ha convertido en una de mis series favoritas. La intensidad de esas 6 horas de crueldad, ternura, crudeza y amor a partes iguales, una historia dura, al tiempo que hermosa, que acaba por hacerte sentir asco y odio hacia toda la raza humana, todo tan bien combinado como pocas veces antes había visto, me mantuvo en tensión durante todo lo que quedaba de noche y el principio del amanecer (bueno, digamos que el hecho de que tenga el horario trastornado por completo también ayudó bastante...). Y conforme se iba acercando ese último capítulo, ese último minuto, ese último segundo, me iba siendo más difícil despedirme de esos personajes a los que durante tan poco tiempo he acompañado, y que, en tan poco tiempo, han logrado hacerse con un huequecito en el lugar donde guardo esas grandes series que no pasan desapercibidas (al menos para mí).

Y después de ir a clase hora y media, perder otra hora y media tirado en un sofá de la facultad en el que intenté conciliar el sueño pero no pude, ponerme tibio a comer en la Mensa por sólo 3 euros, volver a darlo todo durante 3 horas de prácticas esta tarde, y soltar este ladrillaco para los que tengan huevos de haberlo leído, sigo despierto. Y son casi las 9 de la noche del día siguiente...y suma y sigue...